Una tarea de difusión académica:
Sinética, Revista Electrónica de Educación

La sinéctica define al proceso creativo como la actividad mental desarrollada en aquellas situaciones donde se plantean y se resuelven problemas,
con el resultado de invenciones artísticas o técnicas.
William J. Gordon

Los libros, dijo una vez el poeta Jean Paul, son voluminosas cartas a los amigos.Con esta frase llamó él por su nombre de modo refinado y elegante a lo que es la esencia y función del Humanismo: una telecomunicación
fundadora de amistad por medio de la escritura.
Peter Sloterdijk

Debo expresar mi sincero agradecimiento al Departamento de Educación y Valores, con la atinada dirección de Ma. Guadalupe Valdés, así como a R. Alejandra García Bado, editora de Sinéctica, y a Juan Carlos Silas, director de la revista, por la invitación a presentar el número 35. La presentación la realizo no como persona externa a quien se convoca a un acto formal y protocolario, sino como una académica del ITESO que ha publicado en dos ocasiones en sus páginas y vio nacer esta revista, dar sus primeros pasos, fortalecerse en el ámbito académico de la educación, y ahora llegar a una espléndida época de consolidación. Por tanto, empiezo por decir que en Sinéctica se depositan muchos afectos de mi parte. Manifiesto, además, que me complace ver su firme trayectoria en una nueva época, en la que ha trazado ya un camino sobre un innovador formato electrónico, que combina con una publicación anual en forma impresa.

Por todo ello, me congratulo enormemente de estar hoy presentando Sinéctica, de manera similar a como lo hice hace ya ocho años, en esa ocasión en el espléndido marco de la Casa ITESO–Clavigero, el 14 de marzo de 2002, cuando la publicación cumplió diez años de vida. En dicha ocasión, expresé, entre otros aspectos, lo siguiente:

El vigésimo número de Sinéctica es, sin duda, una magnífica ocasión para estar juntos. Veinte números, 170 colaboradores a lo largo de diez años, han hecho de esta revista un lugar de encuentro para hablar de la educación. Pero como sucede siempre, las medidas numéricas no dan cuenta de todo lo que está condensado, transformado en papel y tinta en Sinéctica. Prueba de la limitación de las mediciones es que en este número, la invitación que se me extendió fue de algún modo hecha a la desmesura, a decir lo que no se había dicho en ella y de ella. Invitación muy seductora en un contexto donde abundan los formatos, el control, lo prescrito, la planeación uniforme y, en fin, todo lo que dificulta el desarrollo de los espacios genuinos de formación –en lo que se refiere al desarrollo de potencialidades humanas y de libertad creativa–. Me pregunté si este número sería un terreno propicio para la transgresión...

Volvamos al presente. Para el número 35, se me pidió participar en una reflexión sobre la difusión académica. Al recordar la historia de Sinéctica, la idea de transgresión, obstinada, regresó con fuerza, como el núcleo de la pulsión creativa de esta revista: contra los cánones de una razón puramente instrumental, Sinéctica se inicia a fines del siglo XX a partir de un proyecto estudiantil. Nace sensible a juveniles expectaciones y deseos, de cara a las inquietudes que resultan comunes a quienes están interesados en lo que sucede en el campo de la educación.

A lo largo del tiempo, la tradición editorial de Sinéctica apostó por una difusión académica que fungiera como arena de articulación entre diferentes corrientes de pensamiento; a la exploración de formas de análisis diversas y hasta contrastantes sobre el ámbito de la educación, que configuran un amplio espectro de reflexión sobre el campo. Sin desconocer las distancias entre la producción de conocimiento científico y el campo de la cultura, Sinéctica ha puesto sus esfuerzos, prioritariamente, en acentuar los nexos que unen estos dos horizontes de actividad humana, y prestar la debida atención a los términos en que se plantean las discusiones académicas sobre problemas concretos.

Sinéctica se ha demarcado con buen éxito de prácticas de competitividad y competencia que minimizan, por lo regular, la participación de los profanos del campo y de quienes son profesionales prácticos del área. Sin ceñirse ciegamente a criterios e intereses dictados por padrones de excelencia, Sinéctica ha trazado trayectorias innovadoras sobre la base de una comunidad amplia de interlocutores de perfil muy variado. Su trabajo en el ámbito de la difusión académica ha prestado particular atención al universo de prácticas y experiencias que confieren sentido a la educación, en forma de ensayos, reportes de investigación, discusión teórica, y reseñas de literatura en su ámbito de conocimiento.

Progresivamente, Sinéctica ha incorporado otros recursos, posibles ahora en el formato electrónico de la revista, que configuran incluso mayores oportunidades de participación, entre los que se encuentran: centro de documentación, portal informativo, foros, enlaces a bases de datos académicas especializadas, al igual que a sitios de interés, a redes de revistas y de investigadores en materia de convivencia escolar.

Todo esto no son simples adaptaciones a nuevos “modos de hacer” la revista, sino verdaderas reconfiguraciones de sentido en materia de difusión académica. Este formato propicia la diversificación de prácticas de generación y aplicación de conocimiento, a partir de la convergencia de fuentes y horizontes de discusión diversificados. La edición de la revista ha asumido el reto de abrirse a diferentes puntos de vista, coordinar iniciativas, armonizar numerosas posibilidades de cooperación, al tiempo de mantener el rigor necesario en la calidad y pertinencia de los aportes. Éste es, sin duda, un trabajo de edición que apuesta por prácticas inclusivas de difusión académica y constituye, a la vez, un testimonio de coherencia con el carácter complejo y multidisciplinario de la educación. En el número 35 de Sinéctica, correspondiente a julio-diciembre de 2010 –cuya sección temática sobre indicadores de evaluación en educación es coordinada por la reconocida académica e investigadora de la UNAM Benilde García–, se sigue esta tendencia.

Como sucede habitualmente, Sinéctica ofrece planos de análisis sugerentes para abordar problemáticas educativas relevantes, desde entramados teóricos que potencian la reflexión compartida. Proyecta así –en el formato de revista electrónica– una ruta para avanzar por el camino que, como lo recuerda Sloterdijk, ha sido trazado por los libros: el de una telecomunicación fundadora de amistad por medio de la escritura.

Diana Sagástegui